Aunque el cáncer suele diagnosticarse a partir de una edad madura, los cambios celulares que conducen al cáncer empiezan mucho antes es por esto, que el tratamiento es más efectivo cuando la enfermedad se diagnostica en las primeras fases de su historia natural, con los primeros síntomas o antes de la aparición de éstos.
Adicional a esto, la investigación científica ha descubierto maneras de reducir el riesgo de cáncer. Alrededor de un tercio de todos los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave como el tabaco, el consumo abusivo de alcohol, la dieta poco saludable y la inactividad física.