Se considera que una persona es sobreviviente de cáncer a partir del momento del diagnóstico y durante el resto de su vida. Por eso, ser sobreviviente tendrá un significado distinto para cada persona a lo largo del tiempo. Muchas personas dicen que, aunque se sintieron aliviadas cuando terminaron el tratamiento, fue difícil hacer la transición a un nuevo modo de vivir. Fue como entrar en otro mundo donde se tuvieron que adaptar a sentimientos nuevos, problemas nuevos, cambios en la ayuda que recibían y a una forma diferente de ver el mundo. (Definición de NIH)